Glugleando
"El mayor enemigo de la verdad no es usualmente la mentira, sino el mito persuasivo" (John F. Kennedy)
En estas últimas entregas estoy obsesionado con la creación de mis propios términos y frases para poder obtener royalties y dejar un buen legado para mis hijos. Recuerden usarlos y avisarme, ¿eh? ¿Qué les puedo cobrar? ¡8 dólares! Lo mismo que un chulito azul inservible.
Hoy vamos con éste, entonces, el origen y base de sustentación de lo que quiero hablarles:
Gluglear
Del ingl. google. Del esp. gluglú
(tr.) Inundar a la industria de medios periodísticos con el inmenso tsunami de la abundancia, en la búsqueda de un click salvador.
(tr.) Fut. Ahogar al periodismo profesional, dejándolo solo, abandonado y sin clicks.
(tr. onomat.) Explosionar una industria. En ciertos países, ¡pum!
Sinónimo: Search Generative Experience (SGE).
Antónimo: discernir.
Mencionaba muy lateralmente la semana pasada que Google decidió ir a fondo con sus amplias capacidades y asombrosas herramientas de Inteligencia Artificial, integrándolas a todos sus productos, incluso avanzando en algunas nuevas iniciativas, como MusicLM. Pero, respetando el tema de mi columna anterior, preferí no profundizar en lo que se anunció en Google I/O, en el impacto que esas decisiones de negocios podrían tener en el consumidor y, desde ese cambio de hábitos de las personas, en las industrias y empresas que trabajan de manera subsidiaria con sus plataformas.
Una vez más, en un mercado two-sided, quien maneja la intermediación, maneja la distribución, maneja el negocio, maneja las decisiones presentes y futuras. Ya lo he mencionado muchas veces, pero se cumple a rajatabla siempre. ¿Por qué lo hacen? También lo dije: porque pueden. ¿Alguien en esa posición haría algo diferente? Bien por ellos. O no, pero no importa, pueden. Y lo hacen. Y lo seguirán haciendo. Bien por ellos, sí. ¿Mal por el resto?
Esta semana tuve el honor de ser invitado a participar de un panel en el evento Digital Media Latam de WAN IFRA, y me sorprendió (¡NOT!) que en todas las conversaciones de café y todas las charlas de otros ponentes, resultó imposible soslayar este punto: ¿qué impacto tendrá la implementación de herramientas generativas de inteligencia artificial en las SERPs, en el consumo de los sitios web informativos, en el periodismo en general? ¿Nos están glugleando, lenta pero inexorablemente?
Por lo pronto, y como mínimo, ya dejarían de ser SERPs (Search Engine Result Pages) y se convertirían en algo así como ChERDs: Chat Engine Result Dialogs (esperen, esa la registro la semana próxima, no se me adelanten, el royalty es mío). Y, si eso sucede, casi con seguridad los medios periodísticos -no nos engañemos, quizás incluso la profesión de los periodistas en general- terminarán glugleados en su segunda acepción, y quizás hasta glugleados en su tercera acepción. Triste. ¿Real?
De Verdades, Mentiras y Mitos persuasivos
Decía John F. Kennedy en su discurso de 1962 en la Universidad de Yale, entre otras frases destacadas:
“For the great enemy of truth is very often not the lie--deliberate, contrived and dishonest--but the myth--persistent, persuasive, and unrealistic. Too often we hold fast to the cliches of our forebears. We subject all facts to a prefabricated set of interpretations. We enjoy the comfort of opinion without the discomfort of thought.”
Podría terminar aquí mismo este breve ensayo, porque creo que es evidente el riesgo que ya vivimos y que solamente se va a potenciar hacia el futuro con este camino que recién comienza a desplegarse. Pero, como no me pagan por palabra producida, voy a profundizar un poco más en mi idea.
Nuestro presente está lleno de medias verdades, muchas mentiras, algunos mitos persistentes y persuasivos, pocas certezas.
El futuro puede ser mejor, quien sabe. Pero también peor: cargado de alucinaciones en las que el ciudadano digital crea, porque sí, porque se lo dijo ese a quien empezó a creerle por su rapidez y eficiencia, porque le da todo masticado, digerido y resumido. Por ese “confort de opinión sin la incomodidad del pensamiento”.
Creo que la mejor manera de continuar es proponiéndoles que vean esta última conferencia de Yuval Harari, que publicó esta misma semana. En general es cierto que no estoy coincidiendo demasiado con él cuando habla de los riesgos de la Inteligencia Artificial. Me parece que exagera un poco la hecatombe, que en su rol de historiador y filósofo debería plantear alternativas, no ser tan cerrado a una sola idea. Pero…
… esta vez me convenció, sobre todo con algunos conceptos:
El cambio radical que lleva de la atención a la intimidad.
El lenguaje y la imagen como centro de la evolución humana, como habilitadores de la sociedad moderna, incluso de la democracia como forma de organización.
El hecho que estas nuevas herramientas se basen precisamente en lenguaje e imagen conlleva un riesgo mayor. Es cierto.
Que habrá que regularlas y controlarlas quizás sea una conclusión obvia, que se está discutiendo en estos días en EE.UU. y Europa, incluso con el apoyo de los fundadores y ejecutivos de esas mismas empresas que las crearon y evolucionan.
El punto, como siempre, es cómo hacerlo y quién debe hacerlo: ¿cada país, una organización supranacional, nueva o existente? ¿Existen consensos en el qué y el cómo? Ya he mencionado en otras oportunidades que se va a cruzar la geopolítica indefectiblemente, las guerras frías entre países, el dominio cultural y comercial. El poder. Decían esta semana en el Congreso de los EE.UU:
The Chinese are creating A.I. that “reinforce the core values of the Chinese Communist Party and the Chinese system,” said Chris Coons, Democrat of Delaware. “And I’m concerned about how we promote A.I. that reinforces and strengthens open markets, open societies and democracy.”
Dominio cultural, comercial, geopolítico. Poder.
Y es que, precisamente, esta realidad también obvia es la que me llevaba a reflexionar sobre el punto original: si existe y existirá una lucha de poder, ¿quién lo controla, cómo se balancea?
Quis custodiet ipsos custodes? escribía hace algunas semanas en esta misma línea de pensamiento. Fue antes de estos anuncios de Google, pero naturalmente ya se preveían, era cuestión de tiempo. Solamente ahora los tenemos confirmados y nos tocará tomar decisiones:
Si lo que está en juego, potencialmente, es el futuro y la subsistencia de los medios periodísticos que, naturalmente, llevan sus audiencias cada vez más al universo de consumo digital; si creemos que el periodismo en su conjunto -y no aisladamente en cada una de sus partes y componentes- sostienen ese balance de poder, el control imprescindible; si los hábitos de consumo de las personas en el mundo online son lo que son, porque sí, perché mi piace; si el sostenimiento económico presente y futuro de la industria de publishing es incierto; ¿qué podemos hacer para evitar ser glugleados?
Es notorio que las plataformas digitales, con su poder de concentración de audiencias, efecto de redes y epifanías caprichosas, han venido llevando de la correa a la industria informativa desde hace más de 20 años. No es algo novedoso, pero sorprende que no hayamos podido encontrar una manera diferente de hacer las cosas, evitar la profecía autocumplida, desfinanciar al cancerbero que debe controlar a quienes lo controlan.
Me encantaría que fuera con ellos, no contra ellos. Ya he mencionado en otras oportunidades la profunda admiración y respeto que me merecen. Hacen lo que toca hacer, exageran, se exceden. ¿Naturaleza humana, codicia? Pero lo hacen maravillosamente bien. ¿Quién no quisiera -sin esos excesos, seguramente- hacer algo similar? El balance entre lo bueno y lo malo, en mi humilde opinión, los deja en positivo.
Leía esta semana, aprovechando el largo viaje a México, un par de artículos contundentes de The Verge, que muestran a las claras esta evinvolución. La excusa: los inminentes cambios en la industria digital que ya empiezan a manifestarse. La introducción: What happens when Google Search doesn’t have the answers?
Decía Nilay Patel en la primera frase de esta serie de notas:
“After controlling how information has been distributed for the past 25 years, Google Search faces a set of challenges that will change the company — and the internet — forever.”
Más oscuro se pone el asunto cuando entendemos el modelo dialéctico y operativo, que todos intuimos, conocemos, vivimos, sufrimos, pero nadie logra contener: su Speed Trap de este primer ejemplo. Recorrer una vez más esa historia que he vivido personalmente, como me sucedió cuando hablé de las epifanías, sólo provoca pesar.
Hablando de Patel, para quien tenga un poco de tiempo adicional, puede escucharlo en su charla con Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet, precisamente:
Está claro que Pichai no tiene (o no quiere tener) una respuesta para este dilema. No lo busquemos por este lado, nada aparecerá. Y mucho menos si ellos mismos están -como antes enunciaba The Verge- ante la misma encrucijada que los medios: el riesgo de tener que definir su propia disrupción o correr el riesgo de desaparecer o hacerse insignificantes. Sea porque el riesgo venga de un competidor directo o, peor, de la comunidad en su conjunto.
Nada peor para ellos que sea la comunidad tech, el universo amplio de desarrolladores de código abierto, el que les de una lección con una cucharada de su propia medicina. KARMA.
Ya para terminar, le había pedido a Midjourney algunas variantes del prompt que usé para la imagen anterior. Me maravilla lo que va respondiendo, debo confesar: las posibilidades de mejorar lo que propone, enriquecerlo, hacerlo más específico, cambiar el texto, hacerlo más completo, pedir variantes, generar nuevas generaciones generativas.
Para alguien no tan creativo como yo (aunque adhiera a la teoría de Jeremy Utley), es sorprendente lo que hacen estas herramientas. Esta es otra imagen alternativa, por ejemplo:
¡Se puso místico!
Algo similar me pasó el viernes anterior: me puse a chatear con Pi, la nueva herramienta de la empresa de AI fundada por Reid Hoffman. Pensé que ya estaba curtido, que ya nada me extrañaría, pero no. Tener tan a mano, en Whatsapp, a uno de estos adolescentes caprichosos hace todo más simple (quizás por eso OpenAI finalmente lanzó una app para iOS). Incluso algo adictivo también. Espero que no, pero que fácil engancharse.
Tengan cuidado, piensen mal, como Harari. Muy honrado de que me hayan acompañado hasta aquí. Chau.
Para los que llegan por primera vez, algunos tips sobre este Newsletter:
¿Por qué escribo? Porque quiero devolver a la comunidad profesional de la industria de medios y la industria digital todo lo que he aprendido en estos más de 30 años de trabajo. He tenido muy buenos mentores que me han enseñado, he trabajado y sigo trabajando mucho, toca entregar lo que sé. La reflexión la hice después de preparar y dar mi Charla TED, me parece que es el momento adecuado.
¿Dónde encuentran mis ensayos? Aquí, en www.liberini.com, en LinkedIN, Facebook y Twitter. Por favor suscríbanse, y si les interesó, comenten y compartan. Todo aporte me resulta valioso.
¿Por qué escribo así? Porque soy así, un poco irónico, un poco sarcástico, un poco sentimental, un poco curtido ya. Un poco soberbio y cabrón, claro, también. Soy argentino, ¿qué más decir?
¿Qué imágenes uso? Como tengo varias décadas trabajando en la industria de contenidos, soy muy respetuoso de la propiedad intelectual, el derecho de autor y el uso de imágenes de terceros (porque sé lo que cuesta producir y crear, como para que cualquiera se lo lleve por ahí). Entonces solamente uso embebidos (de Youtube, Twitter, Spotify, etc.), pero si quiero insertar una imagen, debería pedir autorización y no tengo tanto tiempo disponible. Decidí entonces recurrir a mi familia creativa: las pinturas son de mi esposa Verónica, artista plástica; las fotos son de mi hermano Pablo, fotógrafo. Ambos ingenieros. Las imágenes no tienen que ver con el tema, pero me pareció bueno que los conozcan porque son muy talentosos. Me estoy quedando sin insumos y quise aprender más de cerca sobre las herramientas generativas de Computer Vision. Por eso incluí algunos de esos “originales”, también.
¿Dónde más pueden verme, escucharme, leerme? En general aquí, pero también tengo algunos otros espacios donde he estado hablando. Traté de poner una sección en el sitio web para ir actualizando con las invitaciones que me llegan. Aquí lo pueden ir viendo. Suscríbanse aquí abajo, por favor…
Que buen artículo 🙏