La forma es el fondo. No: el fondo es todo, la forma es accesoria. Entonces, con esa lógica: ¿el fin justifica los medios? Una locura.
Fondo y forma. Fin y medios. El fin de los medios. Fin. Es así de simple, ¿no? ¡Bah, qué va!
¿Por qué todo tiene que irse a los extremos? Vivimos en un mundo de extremos. Péndulos que van de un lado al otro, y parece que nadie quiere poner nunca en el medio. Lo uno o lo otro. Quizás siempre fue así, por naturaleza humana o por esa parte animal que tenemos en el cerebro y la evolución no nos saca aún de encima. Pero ahora parece más intenso, claro, por culpa de LosMediosLasPlataformasLa’Rede’Sociale’PapáaaaEsaOtraGenteNuncaYoLosTrollsLasBodegasLosBotsChatShiPiTíEseNuevoJugueteGuguelFeisbuSúquerverLaInternéeeeeeee. ¡Pufff! Me cansé solo de pensar esa frase y recordar a quienes culpamos por todo, siempre ellos, nunca nosotros. Pero, quizás algo de razón hay en la intensidad actual, en la aceleración que la misma tecnología le mete a cada cosa. ¿Será que estamos viviendo en un mundo diferente al que nos enseñaron, y no estamos preparados para el presente y para lo que viene?
Después de una semana intensa de trabajo y viaje, me despierto “filosófico” este sábado por la mañana en plan de retorno. Aburridas esperas en aeropuertos, largas horas en aviones largos, demoras y cancelaciones por huelgas en algún lugar de Europa, que siempre los aeronáuticos europeos protestan por algo, con o sin razón. Empatía en estado puro.
¿Habrá algo para contar, algo diferente, algún aporte real y propositivo, hayan o no pasado cosas importantes en la industria en estos últimos días? Solo filosofía barata y zapatos de goma, según el BIgote BIcolor. ¿Qué más puede ser? Momentos para analizar todo lo que está sucediendo, ponerle un poco más de profundidad a la cosa, como están haciendo otros que saben de verdad.
Lo bueno de pasar tantas horas sin conexión a Internet dentro de un avión es que -si te acordaste de descargar lo necesario (¡no, Torrents no!, todo legal, lo juro)- te podés poner al día con aquel material que habías marcado para leer, ver o escuchar y nunca te hiciste tiempo para hacerlo. ¿Qué otra cosa, sino? ¿Dormir, qué es eso?
Entonces pude leer, pero -sobre todo- pude escuchar cosas interesantes que, una vez más, fueron alimentando mis reflexiones. Como les cuento una y otra vez, este espacio es para mi catarsis, mis pensamientos e ideas, mis aportes a la industria profesional en donde desarrollé mi carrera. A ustedes, si les sirve. Devolver, sí, de eso se trata: alimentar su curiosidad, su interés. No ser simplemente un copiador de links, sino intentar seleccionarlos bien, explicar porqué me llamaron la atención, y agregar mis propias opiniones.
Me he quedado dando vueltas como un trompo en estos días sobre tres conceptos que se enlazan circularmente, de los que ya he venido comentando con anterioridad, y de los que se sigue hablando -y hasta filosofando- recurrentemente en este 2023 que inicia:
La Eficientización económica de la industria Tech,
La TikTokización de las Plataformas,
La ChatShiPiTización de todo lo Digital y su impacto en la vida diaria.
Quizás sea que este universo online se ha vuelto aburrido y repetitivo. Quizás sea que realmente es importante este círculo virtuoso/vicioso y se produzcan cambios profundos desde aquí, en el negocio y en las sociedades; un momento bisagra, un tipping point. No lo sabremos hasta que pase cierto tiempo y podamos mirar para atrás una vez más, pero qué bueno que al menos logremos comentar y analizar ahora mismo.
De eso se trata, entonces: FilosofíaBarataYZapatosdeGoma (ya parezco Saramago con los espacios y signos de puntuación). Si señoras, señores: plata, formas, fondo, fin y medios. Ya verán que vale la pena.
Pero antes de divagar un rato, mi breve remanso antes de comenzar, con lo poco que he consumido esta semana intensa, pero merece destacarse:
En la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Premio Nobel destaca su historia. Y el aporte fundamental de las mujeres en la construcción de los viajes espaciales de la Nasa (¿mujeres empoderadas en el Siglo 21? ¡Hold my Beer!):
Arte conceptual creado con Inteligencia Artificial: La Evolución de la Expresión Visual Artística:
Allora, andiamo insieme?
¡Eficientízate, hermano!
¿Qué problema a futuro, de verdad, pueden tener estas grandes plataformas que vienen despidiendo gente? ¿Cuánta plata acumulada tienen en el banco, lista para ser devuelta a la sociedad que las financió, aportando trabajo, la esencia misma del capitalismo? ¿Qué hay de fondo en las finanzas y el futuro tech que las hace reaccionar de esta manera, más allá de volver a su propio punto de normalidad? ¿O es que no pensaban seguir creciendo, acaso, aún a otro ritmo? Sus errores estratégicos los terminamos pagando todos, según parece. ¿Es justo, razonable?
A todos nos llega la hora. A algunos antes, a otros después. Pero siempre va a aparecer el momento donde se nos cruza alguna disrupción que nos hace temblar. Todos queremos vivir en nuestra zona de confort, preservar el statu quo, lo poco o mucho que hayamos conseguido. Pero no se puede, e’así, hermano, ¡eficientízate!
Escribía estos días sobre algo como ésto, pero aplicado a la industria de medios, cuando me pidieron prologar un libro digital que está por ver la luz (estén atentos, ya hablaré sobre eso apenas salga y los invitaré a descargar gratis -¡si, graty!- y leer). A los medios nos ha tocado ya, algunos antes, otros después, incluso varios ahora mismo. Y nos provoca mirar para adelante y planear bien, equivocarnos lo menos posible, pero aprender en el camino. Invertir y reinvertir en nuestro futuro. Entonces, ¿por qué los errores de estos otros nos terminan afectando a todos, si nosotros estábamos ahí quietitos, tratando de hacer lo nuestro sin molestar (tanto)?
Tengo dos hipótesis que se me cruzan insistentemente por la cabeza, y quisiera compartir, para debatir con ustedes:
La primera está en relación con la esencia misma de su modelo de negocios: creo que la multisided platform economy, la economía de plataformas, está en crisis existencial. ¿Ya, ya, ya? No, pero parece haber empezado, y los primeros que lo notan son ellos mismos, por toda la inmensidad de datos y analítica que le ponen a su funcionamiento y son el pan y mantequilla de su día a día, según ellos mismos dicen. He escrito sobre esto con anterioridad, disruptors being disrupted, pero la situación actual merece revisarlo. Los despidos no se terminan, los cambios en sus modelos de relacionamiento con la industria de medios tampoco, el futuro ya antes incierto se hace más confuso. Su propio estado de stress se irradia al resto, y si se equivocaron con sus estrategias durante la pandemia, deberían ponerle un poco más de responsabilidad al asunto, y no solo operar hacia la coyuntura. Si deben responder al mercado financiero, más deben responder a la industria digital en su conjunto y a la sociedad, me parece. Que el liderazgo trae obligaciones, ¿no?.
La segunda (¿segunda? ¡segunda Francia! Perdón, perdón, un lapsus mundialista)… la segunda hipótesis, decía, es más conspirativa. Creo que al exagerar respuestas y generalizar las reacciones entre todo Silicon Valley, cada uno protege algún problema propio más profundo. Dicen que la única manera de esconder un elefante es en medio de otros elefantes, y aquí cada uno tiene el suyo: Zuck con sus errores al hablar e invertir masivamente en el Metaverso antes de tiempo (no era lo mismo que haberse declarado una empresa mobile first en su momento, no se repetía así la historia); Google con su error de no haber aprovechado su algoritmo Transformer y haberlo dejado en manos de sus competidores; Bytedance y sus inconvenientes regulatorios sin solución razonable; Amazon y sus infinitos problemas sindicales y políticos. Es que a los elefantes se los identifica, para que cada uno sepa cual es el suyo.
Mi triste conclusión es que las Plata-Formas se han puesto nerviosas y han perdido las Formas, buscando preservar la Plata. Como un elefante en un bazar, precisamente. El típico problema de (plata)fondo.
Filosofía barata…
Escuchaba esta semana a Alex Schultz, CMO y VP de Analytics de Meta, recorrer la historia de su vida y de la empresa, en una rica entrevista de Harry Stebbings en su podcast 20VC, y me parecía que puede dar algunas luces extras, si intentamos interpretar de una manera no tan lineal lo que relata, porque ahí está la clave y la esencia misma de Facebook, lo que le ha venido sucediendo y hacia donde va:
Es muy interesante su desarrollo, esa mezcla de crecimiento y evolución personal en los últimos 15 años, su modelado profesional y el entorno laboral donde creció. Cada cual que lo escuché sabrá encontrar, como siempre digo, algunas frases que reafirmen lo que está pensando.
Y no es solamente que están buscando eficiencias, como pide Zuck, sino que estarán obligados a transformar su negocio, a volver a las bases e impulsar el futuro digital cercano con las herramientas que tienen a mano, su poder económico, su impresionante cúmulo de consumidores fieles. Te ha tocado el turno Facebook, de cambiar las ruedas del auto con el auto andando. ¡Bienvenido al mundo de los incumbentes!
Y por eso es por lo que no pueden perder usuarios, por eso es que los asustan también a ellos las nuevas plataformas que se meten en medio entre sus audiencias y sus marcas, las nuevas generaciones que no comprenden cabalmente.
No te queda otra, Mark: vístete de adolescente como el Señor Burns, apréndete el nuevo idioma, ¡¡¡Tiktokízate hermano, aquí te esperamos!!!
¡Tiktokízate, acércate a la luz antes de que sea demasiado tarde!
Si todos somos sociales, nadie es social. Si todos somos entretenimiento, nadie entretiene. Si todos buscan diferenciarse con lo mismo, desaparecen las diferencias.
De tanto insistir con un concepto, de tanto repetirlo y generalizarlo, se hace paisaje, un standard, nadie espera menos. Los commodities no venden en el mundo digital, se van para abajo en la cadena de valor, se dan por descontados. La innovación original se copia -si se puede- para intentar aprovechar la base de clientes que uno tiene antes de que se vayan. ¿Queda otra opción, acaso?
… y zapatos de goma.
Ha llegado el momento de aborrecer al social media. Como dice esta interesante columna de opinión: “Whereas in social media, people see content from their friends regardless of the quality of the content, in recommendation media, content distribution is optimized for engagement. This results in very little waste in a feed, and consumption patterns are highly efficient.”. Si se buscan eficiencias, consumo, audiencias fidelizadas, toca seguir el camino de la sofisticación.
Nosotros, los dueños de Internet, ya no queremos ser esa cosa vieja llamada redes social, ¿no?. ¿O será que ya no lo somos -dueños de Internet o red social- y por eso lo aborrecemos? Es que son los adolescentes los que verdaderamente aborrecen a esas plataformas aburridas, fuera de su tiempo y de su modo. Si quieren relacionarse en línea, lo hacen a través de Discord, de Fortnite, de Valorant. No de esas otras “redes” en donde puede aparecer algún pariente incómodo a molestar, a avergonzar. “Eso es para ustedes, que no entienden como mover teclado, mouse, joystick, cuerdas vocales y labios a la vez”. Y la GeneraZión Ziiii es la que manda, ¿no? Ziiii.
¿Y qué consumen entonces en esta generación? “Plataformas de entretenimiento basadas en recomendaciones algorítmicas”. Definición larga, rebuscada y técnica para no decir TikTok (al menos hasta que la bloqueen en todo el mundo occidental, ups). Un eufemismo.
¿Qué hizo de esta plataforma un boom que no tuvieran las otras? Dicen que la sofisticación de su algoritmo de Machine Learning (sip, otra vezp MLp). Si hasta el Wall Street Journal hizo hace ya casi 2 años una larga e imprescindible investigación sobre el efecto que causa en las personas:
Un algoritmo basado en Redes Neuronales que, en vez de poner a disposición del público general en su forma más elemental, ByteDance lo usó para entender qué nos gusta y mostrarnos ese tipo de contenidos una y otra y otra y otra vez sin que tengamos que preparar nada previamente. Tap-tap-boom.
Yo digo que, por encima de eso y, sobre todo, fue que TikTok no tenía nada que perder. Como todo entrante disruptivo, tenía el terreno libre. Y se montaba sobre una innovación tecnológica que no resultaba tan fácil de replicar, más sofisticada que las Stories de QuienSeaQueLasHayaInventado (ahora resulta que quizás tampoco fue Snap).
Alguna vez escuché una anécdota del presidente de Intel refiriéndose a algo parecido, cuando empezó a tener una feroz competencia de otro fabricante de procesadores, en épocas cuando la palabra Pentium no me hacía parecer un viejo. No, no aquella anécdota de dormir como un bebé, esa la voy a usar en alguna otra oportunidad, no se preocupen. Que los procesadores de su competidor eran más veloces, que consumían menos energía, que eran más pequeños, que tenían más transistores, que calentaban menos. Y dicen que este señor dijo algo así como que “Dios creó al mundo en 7 días sólo porque no tenía que mantener backward compatibility”. Y sí. Sí, sí.
Y aquí vamos, entonces, a replicar y repetir: no somos una plataforma de social media, somos una plataforma de entretenimiento. Entretenimiento, dijimos. Les vamos a mostrar aquello que les gusta, quédense aquí que también están los contenidos de algunos de esos creadores que ustedes siguen. Los necesitamos, enganchados, zombies moviendo el dedo para arriba o para el costado, que ya veremos como insertamos publicidad en el medio. ¿No? Creo que Ziiii:
En la misma línea, esta semana seguía consumiendo y aprendiendo de Artifact, y llegué a otra entrevista interesante, donde Kevin Systrom, uno de sus fundadores (y de Instagram) decía esta frase que me pareció muy destacable, porque resume mucho mejor lo que estoy tratando de decir:
"I feel like the worst part about social media is that it’s social, I think the ‘social’ part of social media — for a long time, in terms of information consumption — has been a hack to filter for information that would be interesting to you. But we now don’t need that hack, because we can learn what’s interesting to you. We can quantify it. We can build profiles. And then we can serve you content that is both high-quality, balanced and interesting to you."
Hacks. Es claro, ¿no? Muuuuuuuuy claro. Se llama evolución. Y quizás no sea para todos:
Y ahí van todos, escondiendo las relaciones basadas en grafos o de consumo lineal, todos entrando a los algoritmos, aplicando el Santo Grial del Machine Learning. “Yo hago puchero, ella hace puchero”, dirían en Esperando la Carroza. Todos perdiendo su esencia original, su fondo y sus Formas, para tratar de seguir creciendo, ¿qué? ¿Qué otra cosa si no sus Platas?
Y ya no alcanza con cambiar de ropajes, hay que refundarse, nacer de nuevo: ¡¡¡Chatshipitízate hijo, iníciate aquí!!!
¡Chatshipitízate! Tu ritual de iniciación
Llegado a este punto, me parece que, como dije en mi envío anterior, hay cuestiones mucho más serias que razonar.
Podría empezar mencionando, y para relacionarlo con el apartado anterior, que aquellas mismas empresas de SocialMediaEntertainmentPlatformWannaBe pueden crear su propio apocalipsis, si terminan replicando y profundizando eso que parece que LinkedIN está queriendo fundar: Las Redes Sociales semiautomatizadas, como máquinas perfectas de engagement (bah).
Si hasta Spotify, una plataforma que se supone que juega a otro juego, pero necesita seguir creciendo para evitar el segundo guadañazo, también se está tiktokizando. ¿Será que ese iba contra la parte superior del cuerpo de Daniel Ek, cumpliendo la profecía del fundador que debe dar un paso al costado, a tiempo o a destiempo? Y con su DJ “à la OpenAI”, creo que intenta terminar de cerrar el círculo dorado. Cumplir el deber ser, calmar a los inversores y accionistas, satisfacer a sus clientes (o no, eso puede seguir demorando). Esperar la próxima ola. A lo mejor alcanza, a lo mejor no, y quizás entonces corra riesgo la predicción del último episodio de The Playlist, quien sabe.
Pero, más allá de aquello, que puede ser casi circunstancial, coyuntural, tanto incluso como lo que pudo haber sentido Kevin Roose, el periodista del New York Times que se terminó asustando por lo que experimentó con Sidney y al que entrevistaron en estos días para tratar de entender su psiquis en aquel momento, creo que lo más importante tiene que ver con el futuro, una vez más.
Tuve la fortuna de leer y escuchar unas piezas monumentales, que a todos nos deben llevar a la mayor reflexión que nos permita nuestro entendimiento. Cuando Yuval Harari y Henry Kissinger se ponen a analizar -cada uno por su lado- el impacto que la Inteligencia Artificial puede generar en la vida y en las sociedades, mejor prestar atención.
Filosofía que no tiene nada de barata. Punto.
De la columna de opinión de Kissinger (junto con Eric Schmidt, ex CEO de Google y Daniel Huttenlocher, decano del Colegio de Computación del MIT), me llama la atención como encadena la Era de la Iluminación, aquella época donde nació y creció la ciencia y el método científico, con esta nueva Era de la Inteligencia Artificial. Lo dejan bien claro cuando dicen:
“Whereas the printing press caused a profusion of modern human thought, the new technology achieves its distillation and elaboration. In the process, it creates a gap between human knowledge and human understanding. If we are to navigate this transformation successfully, new concepts of human thought and interaction with machines will need to be developed… As its capacities become broader, they will redefine human knowledge, accelerate changes in the fabric of our reality, and reorganize politics and society.”
“The future therefore implies a collaboration not only with a different kind of technical entity but with a different kind of reasoning—which may be rational without being reasonable, trustworthy in one sense but not in another”.
Parece un juego de palabras: razonamiento, racional, razonable. Pero no lo es. Leer esta nota, quizás incluso el libro que escribieron hace 1 año y medio (que parece 1 siglo y medio), sea relevante para entender el impacto que la Inteligencia Artificial puede generar en el futuro en la humanidad.
A Harari lo entrevistaron en diciembre, durante el Mundial. En verdad a causa de otras cuestiones, porque ChatGPT aún debía ser a esa altura un adolescente del que decían que era un algoritmo muy bueno para mejorar el autocomplete y no mucho más:
Pero, aun cuando el mismo entrevistador lo pone a correr sobre su prestigio como filósofo e investigador de historia (muy divertido y humano el arranque de la entrevista), luego deja conceptos profundos, que me impactaron íntimamente. Particularmente dos:
Que la democracia es un sistema social que solamente pudo fundarse en base a la tecnología (originalmente la de Gutenberg). Muy en línea con lo mencionado en la pieza anterior del WSJ, solo a través de la automatización que facilitase cada momento de la historia era posible trasladar un mensaje más allá de los círculos cercanos o de producir y contar votos. Y, sorprendentemente o no tanto, es la misma aceleración tecnológica la que ahora pone en riesgo la democracia. Porque, por ejemplo, no había sucedido antes que los resultados de una elección se pusieran en duda, tan solo por las teorías conspirativas que se producen, viralizan y potencian través de Internet.
Que la Inteligencia Artificial (aún la no Generativa) debe poder controlarse, evitar su desmanejo. Entra casi lateralmente al tema desde el minuto 57 aproximadamente, ya casi llegando al final de la entrevista. Y lo hace con la misma contundencia e información con la que puede opinar de temas históricos. Y lo hace con la misma preocupación que Henry Kissinger y sus colegas un par de meses después (o un año antes en su libro). Interesante, imprescindible de escuchar.
Creo, entonces, que llegó el momento de recuperar las Formas, calmarse, analizar, ir al Fondo y a Fondo, crear el futuro más allá de la Plata. Hay demasiado en juego y cada día queda más claro que todos debemos reaccionar a tiempo, en la parte que nos corresponda, aunque Skynet sea (como lo es) pura ciencia ficción. Las Plata-Formas deben volver a ser eso: Plataformas, sin guiones, al servicio de la humanidad, con más o con menos Inteligencia Artificial. Punto.
Andiamo insieme?
Y, como siempre, háganme caso: comenten, compartan, critiquen, apoyen. La verdad única no existe, es solo mi opinión. Espero que haya gustado, entretenido, instruido. Si llegaste hasta aquí, querido héroe lector, dedícate a planear tu propio futuro para ti y tu familia, que de eso se trata.
Muy buena reflexión, Marcelo. Al punto de la "Tiktokización" le sumo que a nosotros, los que trabajamos en medios, nos falta un camino, ojalá no tan largo, de encontrar narrativas para entretener que no sean exclusivamente de la categoría "entretenimiento". Mientras se siga dependiendo de las viejas redes sociales, no se tendrá un crecimiento de audiencias (sea por la Gen Z o incluso por la ya llamada generación "Alfa"). Videos de corta duración sí, pero, ¿para qué?.
Muy buena reflexión Marcelo. Gracias por compartir. Muy buenas referencias.
Ojala la IA nos empuje a dedicar más tiempo a pensar y a cultivar la curiosidad, sea cual sea, en vez que simplemente encontrar la forma de darnos horas y horas y horas de algo, incluso chiquito, que en algún momento de la vida nos provocó algún tipo de interés fugaz.