De Teslas y Teslas
“No me importa que se robaran mi idea... me importa que no tienen ninguna propia” (Nikola Tesla)
¿Pasaron tres semanas o tres años? ¿Cómo puede ser que tantos eventos hayan ocurrido en tan poco tiempo? Hasta a mi me sorprende la aceleración que está tomando la dinámica digital. ¡Déjenme descansar tranquilo, parfavaaarrr, que cuando vuelvo me tengo que poner al día y no me alcanza el tiempo!
Veamos, un rápido racconto de algunos temas que me han ocupado y llamado la atención en esta semana de vuelta al trabajo:
Mosseri finalmente lanzó Threads. Zuck se puso contento y decidió volver a tuitear después de más de 10 años, el muy picarillo. Elon, en cambio, está (más) nervioso y ya ni nos deja usar Twitter a piacere. Si nos sorprendía que ChatShipití hubiese logrado un récord de crecimiento exponencial al conseguir quebrar la barrera de los 100 millones de usuarios en 2 meses, ¿cómo deberíamos interpretar que el vástago de Instagram lo hiciera en menos de 1 semana?
Hablando de Musk, el ex Chief Twit decidió organizar su propio laboratorio de investigación en IA -siempre falta uno más, claro- porque, según él, solo xAI podrá llegar a entender la verdadera naturaleza del Universo.
Hablando de la IA, y como hay Teslas y Teslas, el rockstar de la inteligencia artificial moderna, Sam Altman, nos presentó novedades en otra de sus obsesiones, la energía nuclear. El muchacho tiene tres: la Inteligencia Artificial, la energía y el salario básico universal. Aunque parecen muy disímiles, si se piensa en profundidad, están todas muy relacionadas.
Hablando de Altman, sus jefes indirectos, los del 49% de OpenAI, estarían logrando destrabar su última gran jugada en el mundo del gaming, dejando en falsa escuadra a la FTC. Una pena por Lina Khan, a quien se le reconoce audacia desde su artículo Amazon’s Antitrust Paradox, en el que intentó dar vuelta la lógica de la jurisprudencia de las leyes antimonopolio de EE.UU., para aplicarlas de un modo diferente a las plataformas digitales. Ni lo uno, ni lo otro. Por ahora, la academia (¿y los gobiernos?) se choca contra la realidad del mundo de los negocios.
Hablando de regulaciones y leyes, finalmente EE.UU. habría logrado volver a ponerse de acuerdo con la Unión Europea en la manera de compartir datos personales, cruzando el Atlántico. ¿Será que sí o se volverá a enredar todo y terminaremos, previsiblemente, en la Internet partida en tres (chau, chau, Open Web)?
Hablando de datos personales, Threads anunció en su lanzamiento que planea soportar ActivityPub, protocolo del que ya había hecho mención en algún ensayo anterior, que permite un manejo descentralizado del grafo social de los usuarios, facilitando su portabilidad.
¡Puf! Costó, pero ahí pueden ver las novedades, engarzadas en una circularidad digital que vengo postulando desde hace meses. ¿Todo eso pasó en las últimas 3 semanas? ¡No, para nada! Pasó mucho más que eso, pero con esto alcanza y sobra, ¿no? ¿Entramos en un par de detallecitos? Avanti… información digerida y opinión, que de eso se trata.
Hilos y Roscas
Decía Nikola Tesla en una entrevista de 1926 en la revista Collier, prediciendo la era de la movilidad:
“When wireless is perfectly applied, the whole earth will be converted into a huge brain, which in fact it is, all things being particles of a real and rhythmic whole. We shall be able to communicate with one another instantly, irrespective of distance. Not only this, but through television and telephony we shall see and hear one another as perfectly as though we were face to face, despite intervening distances of thousands of miles; and the instruments through which we shall be able to do this will be amazingly simple compared with our present telephone. A man will be able to carry one in his vest pocket."
Con seguridad la ubicuidad de los smartphones en este presente de la Internet personal es el factor clave por el cual una plataforma tan “simple” como Threads consigue en 5 días tener más de 100 millones de usuarios registrados. ¿Activos?, quien sabe.
Cierto es, también, que el hecho de ser un hijo menor de Instagram -plataforma con más de 1.500 millones de usuarios activos mensuales- le da una ventaja competitiva, un atajo que facilita los objetivos y le permite a Zuckerberg disfrazarse de Hombre Araña para mofarse de su competidor. Si deciden finalmente tener su “cage fight”, quizás termine siendo un combate de lucha libre mexicana o argentina, ambos con sus atuendos típicos y sus máscaras, espero.
La clave del crecimiento exponencial, como siempre, radica en cómo generar el efecto de redes positivo, ese que permite la viralidad y la necesidad imperiosa de “ser parte”, en cómo lograr el efecto FOMO ante la sola mención del nombre del producto.
Es el eterno problema de las startups, postulado tanto por Andrew Chen como por Peter Thiel, destacados inversores de riesgo en este mundo lleno de incertidumbres, donde la probabilidad de fracasar es muchísimo más alta que la de ser exitoso, todos buscando el Santo Grial de la disrupción. Chen lo llama El Problema Cold Start, para Thiel se trata de entender como ir de Cero a Uno. De fondo, la misma esencia: traccionar, fidelizar, recomendar. Círculo virtuoso.
Seguramente el equipo de Meta creó el nombre Threads por los “hilos” y no por la “rosca”, pero todo termina siendo también una rosca en el negocio digital, al menos en su acepción argentina (la 10 o, mejor, la 11).
¿Cuáles son las roscas de estos días con Threads?:
Si se llevará puesto a Twitter, o si sus consumidores potenciales son bien diferentes,
si logrará igualar o superar la base de usuarios de Instagram,
si el problema de fondo que limita el crecimiento es que el ciudadano digital ya pasó por encima del texto y se concentró en la imagen y el video,
si las noticias y la política serán parte esencial de la nueva plataforma o preferirán evitarla como puedan (quien se quema con leche…).
La web2 ha cambiado, sin dudas, y todas las plataformas digitales deben intentar adaptarse o correr el riesgo de estancarse o decaer, algo prohibidísimo en el mercado de capitales occidentales, Wall Street no perdona. ¿Cómo hacerlo? No hay respuesta única ni definitiva. Si las startups tienen sus problemas de arranque en frío, las BigTech tienen sus dilemas alrededor de la evolución y la permanencia (Disruptors being disrupted, dije ya alguna vez).
Esta semana, Ben Thompson analizaba la situación en profundidad en su excelente ensayo Threads and the Social/Communications Map:
El nuevo paradigma social digital ha dejado de ser social, los grafos ya no interesan, dejan de ser relevantes para el consumo (dejen de hablar de “redes sociales”, por favor). Se dice que todas las plataformas se han “tiktokizado”. Permítanme contradecir un poco el término: creo que todas se han “youtubizado”. Para Youtube, evolucionar su modelo inicial hacia un consumo centrado en algoritmos de IA fue tan sencillo como decidirse a hacerlo en todas sus superficies de contacto. ¿Tuvo que agregar Shorts? Si, claro, pero estaba mucho mejor preparado para dar ese paso.
Los timelines han dejado de estar basados en la cronología, el que manda es el algoritmo, ya son algolines. Consumo frenético, casi adictivo (¿casi?).
Como bien lo resume Thompson, pasar del “lower left quadrant” al “upper right quadrant” es la clave del éxito actual:
Solo el tiempo dirá si ese espacio de arriba a la derecha es para todos o si se llena rápido, que el día sigue teniendo 24 horas y la abundancia manda.
Y se armó la rosca: Elon Musk amenaza con hacerle juicio a Meta. ¿Meta contrató docenas de ex-empleados de Twitter o éste los echó de a miles? ¿Qué pretende, que dejen sus cerebros en los HQ de San Francisco?
Y, de fondo, lo más irónico pero real, lo dicho por Jack Dorsey:
“We wanted flying cars, instead we got 7 Twitter clones.”
Mucho mejor expresado desde hace una centuria por Nikola Tesla, el gran inventor frustrado, al que referenciaba (y reverenciaba) al inicio de este breve ensayo:
“I don't care that they stole my idea . . I care that they don't have any of their own.”
Todo dicho.
Me encantaría al menos que la promesa inicial de Mosseri se cumpla y esta nueva red social sea realmente descentralizada. El camino para lograrlo no es simple, los desafíos serán múltiples, principalmente por la falta de madurez y la dificultad de uso de ActivityPub. Como toda tecnología de base, si no se logra el factor simple de usabilidad por encima, de nada sirve una promesa de valor que para la gente del común no parece ser relevante.
Alex Stamos lo enuncia en su hilo de Threads: “Enforcing actor and behavior-based content moderation will be hard.”. Más allá de la triste historia de Stamos al frente de la seguridad de Facebook en el peor momento, sin dudas es un experto en el tema.
Una vez más, todo dicho.
Ideas en vez de Plagios
Una nota final antes de dejarlos descansar: comparto con Sam Altman el interés por el futuro de la energía. Somos 8.000 millones de seres humanos en el mundo, y se estima que seremos más de 10.000 en los próximos 50 años. La necesidad imperiosa de continuar mejorando la calidad de vida, el respeto por el planeta, buscar la equidad, seguramente requerirá de avances profundos en las ciencias.
No soy un experto en la materia, pero por mi propia formación científica, sí creo que retomar el camino de la energía nuclear de una manera diferente, más responsable, más segura, es una opción viable que no se debería dejar de lado.
Hay mucho desconocimiento general sobre todo lo relacionado con la palabra “nuclear”. Por supuesto que ha habido errores garrafales desde hace décadas. La mala prensa no se hace sola, necesariamente. Seguramente en estas próximas semanas veremos el impacto que se genera en la sociedad por el estreno de la película de Christopher Nolan, Oppenheimer. Cierto es que se hablará bastante de “lo nuclear”, para bien y/o para mal.
Precisamente en estos días leía un documento fundacional del movimiento científico americano, post-Segunda Guerra Mundial: As We May Think, publicado en 1945 en The Atlantic por Vannevar Bush, Director de Investigación y Desarrollo Científico del gobierno de los Estados Unidos. Es revelador por la forma en que inicia el relato, reconociendo el compromiso de esa comunidad con lo sucedido en la guerra, y proponiendo un futuro diferente. Algunas de las “comodidades” que experimentamos hoy nacen aquí.
Y también en estos días, como referenciaba al inicio de mi propio relato, Sam Altman anunció que una de sus inversiones en energía nuclear, Oklo, saldrá a la bolsa a inicios de 2024. Esta empresa opera en los modelos tradicionales, basados en fisión nuclear, pero evolucionados, modernos y pequeños (¿seguros?). Reactores orientados a poder seguir alimentando las necesidades cada vez más demandantes de la computación en la nube para la inteligencia artificial.
En el futuro, quizás, la posible revolución y disrupción generada por la fusión nuclear controlada. Hasta ahora nunca conseguida, pero deseada por toda la comunidad científica.
Ahí está la otra gran apuesta de este nuevo personaje: Helion Energy. La promesa de poder generar hacia 2028 energía de fusión nuclear, el compromiso de Microsoft apoyando la iniciativa, adquiriendo desde ahora 50 MW a este emprendimiento.
Todas cuestiones de las que uno solo se entera a través de medios especializados (en tecnología en mi caso), pero que, si se confirmasen, nos pintarán un futuro completamente diferente en los próximos 15 a 20 años.
Ojalá llegue a verlo, ojalá mis hijos y las próximas generaciones lo puedan disfrutar, ojalá se pueda usar para el bien de la humanidad. Dependerá de todos nosotros, de no repetir errores, sino aprender de ellos.
Ojalá, finalmente, NO termine sucediendo lo que postulaba el mismo Tesla:
"Si tu odio se convirtiera en electricidad, se iluminaría todo el mundo"