Editar las Invenciones
"People are inventing things constantly and I think the art of it is balancing what’s on there and what’s not — it’s the editing function." (Steve Jobs)
Venía pensando cómo explicar que esta vez iba a adelantar mi compromiso periódico con ustedes porque estaré todo el fin de semana encerrado trabajando.
Voy a tener el privilegio de formar parte del Jurado de la StartUp World Cup Latam, organizada por Luminarium. Un honor quizás inmerecido, donde seguramente voy a aprender mucho más que lo que podré aportar. Como siempre, bienvenido transitar la ruta hacia el conocimiento.
El mundo del emprendimiento, de la innovación, de las startups, me genera admiración y respeto. Tan solo leer las iniciativas de más de 50 candidatos me llenó de entusiasmo. Verlos defender sus ideas, sus intenciones, me dará un poco de envidia, debo reconocer.
Para balancear lo positivo con lo negativo, sin embargo, en la semana se me habían cruzado varias veces mensajes contradictorios. No lograba (y aún me cuesta) entender cómo es que los “Padrinos” de la Inteligencia Artificial moderna se estaban peleando abiertamente en X.
Si hay una tecnología que hoy puede considerarse el epítome de la innovación es esta, precisamente: Machine Learning, Deep Learning, GenAI, Transformer, Diffusion… pónganle el nombre que quieran. El camino hacia la Inteligencia Artificial General, la próxima gran disrupción en la vida cotidiana de la gente, como decía la semana pasada. La integración natural y virtuosa entre la academia, la investigación y el negocio digital presente y futuro.
¿Cómo es posible, entonces, que Geoff Hinton y Yann LeCun estén casi a los gritos, delante de la mirada de todos? ¿Qué está sucediendo, qué hay detrás de lo que se lee? Si la tecnología subyacente aún es incipiente, si hasta ahora solamente se construyó “una solución en busca de un problema”, ¿por qué no logran disfrutar el momento?
Bueno pues, me parece claro que otra vez la geopolítica metió la cola y logró crear una grieta.
Disfrutar el momento

Creo que nos merecemos disfrutar el momento, aunque sea por unos minutos.
¿Por qué no tener la mirada positiva de Paul McCartney, que se maravilló con el desarrollo de machine learning del equipo tecnológico de Peter Jackson, ese que permitió aislar impecablemente la voz de John Lennon de un viejo cassette y lanzar en 2023 una nueva -“la última”- canción de The Beatles?
Disfruten ustedes también este momento, respiren profundo y emociónense un rato:
O, si prefieren, escuchen la voz y el talento de John.
Son estas cosas las que permite la IA moderna, así como aislar y crear nuevas proteínas que facilitará curar enfermedades históricas.
Como la vida misma, está claro que existen los riesgos. Hasta ahora, a cada riesgo la humanidad le fue encontrando una solución. ¿Por qué no a este?
Innovación y Riesgos
El debate es sano, y obviamente se deben tener en cuenta las distintas miradas sobre un tema tan disruptivo. Voy a asumir siempre la buena fe de aquellos que de verdad saben, aunque no concuerden entre ellos con el camino a recorrer.
El problema, quizás, es que se han venido generando ciertas alertas sin demasiada explicación por detrás, y me cuesta coincidir con uno o con el otro si no me dan sus razones, “como si fuera un niño de 6 años”.
Nada de eso sucedió hasta ahora. En los últimos meses nos hemos llenado de declaraciones rimbombantes, pero sin contexto ni detalles. Frases sueltas:
Que pongamos prioridad global a mitigar los riesgos de extinción que puede provocar la IA.
Que manejemos los riesgos de la IA en una era de rápidos progresos.
Que le demos una oportunidad a la IA en un mundo abierto.
Y todo terminó en EE.UU. con una Orden Ejecutiva de Presidencia que inmediatamente le pone un pie por encima a la gobernanza de los futuros desarrollos. Al menos en Europa se viene discutiendo desde hace tiempo y se propuso una regulación, muy debatida previamente, que seguirá su camino natural.
En un mundo convulsionado, es claro que hay mucho en juego hacia un futuro impredecible. La pregunta de fondo es si es el momento de regular la innovación o si sería mejor dejar correr, con una mirada cercana, y controlar más adelante, cuando aquella solución encuentre su problema a resolver.
No necesariamente coincido con el análisis de Ben Thompson, que de tan enojado con la Orden Ejecutiva decidió publicar abiertamente su opinión esta vez: “Attenuating Innovation (AI)”.
Pero sí al menos me dio la oportunidad de recuperar a Bill Gates y Steve Jobs conversando en una entrevista del año 2007:
Se destaca lo que Thompson menciona en su artículo: la mirada diferente sobre la innovación y el futuro que tenían los dos líderes del mundo tecnológico. En el minuto 48, aproximadamente, el contraste evidente, ese que hace que más de 15 años después estemos viviendo una etapa muy diferente del consumo digital:
“Mossberg asked:
The core functions of the device form factor formerly known as the cellphone, whatever we want to call it — the pocket device — what would you say the core functions are five years out?
Gates’ answer was redolent of so many experts trying to predict the future: he had some ideas and some inside knowledge of new technology, but no real vision of what might come next:
How quickly all these things that have been somewhat specialized — the navigation device, the digital wallet, the phone, the camera, the video camera — how quickly those all come together, that’s hard to chart out, but eventually you’ll be able to make something that has the capability to do every one of those things. And yet given the small size, you still won’t want to edit your homework or edit a movie on a screen of that size, and so you’ll have something else that lets you do the reading and editing and those things. Now if we could ever get a screen that would just roll out like a scroll, then you might be able to have the device that did everything.
After a back-and-forth about e-ink and projection screens, Mossberg asked Jobs the same question, and his answer was profound:
I don’t know.
The reason I don’t know is because I wouldn’t have thought that there would have been maps on it five years ago. But something comes along, gets really popular, people love it, get used to it, you want it on there. People are inventing things constantly and I think the art of it is balancing what’s on there and what’s not — it’s the editing function.”
Y, precisamente, es Ben Thompson quien hace el mejor resumen de lo que significa la innovación, asumiendo como propia la mirada de Jobs:
“That right there is the recipe for genuine innovation:
Embrace uncertainty and the fact one doesn’t know the future.
Understand that people are inventing things — and not just technologies, but also use cases — constantly.
Remember that the art comes in editing after the invention, not before.
To be like Gates and Microsoft is to do the opposite: to think that you know the future; to assume you know what technologies and applications are coming; to proscribe what people will do or not do ahead of time. It is a mindset that does not accelerate innovation, but rather attenuates it.”
El arte de la innovación es saber editar las invenciones: “Ser innovador no significa ser original”. ¿Será?