El Algoritmo eres Tú
"Un experto es un hombre que ha cometido todos los errores que se pueden cometer en un campo muy limitado" (Niels Bohr)
Mucho se habló en estas semanas de la influencia de X en las elecciones de EEUU.
De Elon Musk, los periodistas y los grandes medios perdiendo poder.
De las celebridades de Hollywood y los nuevos influenciadores digitales.
De los podcasts, Youtube y los canales de noticias de cable. Del streaming.
De los algoritmos, la inteligencia artificial y las burbujas.
Las cámaras de eco.
Otra vez.
Otra.
Vez.
Los.
Algoritmos.
¿Y sabes qué…?
El algoritmo eres tú
Los contenidos que consumes dependen de ti.
Responsabilízate.
Nada, eso.
Sea en la información más relevante, en lo que influye en tu vida diaria, en las pequeñas cosas.
La suma de esas pequeñas responsabilidades generan las grandes. Las de la sociedad. Las de todos.
El volante está en tus manos.
Nada, eso.
Tú conduces.
El algoritmo.
Eres tú.
Y no es necesario pasarte a Bluesky.
Que en cualquier momento se puede contaminar también (si es que no ocurrió desde el primer día, depende de los gustos de cada uno).
¿Y sabes qué…?
Mi feed me representa. Incluso con las cosas feas que pasan delante de mi vista. Que cuando paso por ellas, las dejo pasar.
Y reflexiono.
Porque a veces pasan otras cosas que me maravillan.
Pequeñas.
O no tanto.
Y depuro mi algoritmo.
Y lo saneo. Como a mi salud mental.
Cosas que ojalá te sirvan.
Como esta de Sahil Bloom, que no sé ni quien es, ni si es bueno o si es malo (como si alguien en la vida fuese solo bueno o solo malo de verdad), solo que escribió algo tan bonito, que quise compartirlo contigo:
“Tuve un momento hoy cuando me sorprendí quejándome en mi cabeza de un desastre que mi hijo estaba haciendo en mi oficina.
En ese momento, me llevé de vuelta a hace unos años, cuando mi esposa y yo estábamos luchando por concebir.
Rezaba todas las noches para que algún día tuviéramos un hijo sano.
A veces es fácil perder de vista el hecho de que estás viviendo las cosas por las que rezaste.
Cuando te encuentres en ese patrón negativo, recuerda esos momentos en los que pediste estos regalos que ahora tienes. Es una cosa hermosa.
Con amor a todos ustedes, Sahil”
A mi me ayudó. A mi esposa también, que me dijo esto cuando se lo compartí: “Muy muy hermosas palabras”. Y sé que fue suficiente. Al menos para mi. Al menos para ella.
O esta otra de Roger Federer, que sí sé quien es, pero tampoco sé si es bueno o es malo (como si alguien en la vida fuese solo bueno o solo malo de verdad). Y escribió algo tan bonito para otra persona, que también merece la pena compartirlo (pásalo por Google Translate, dale, no seas vago):
“¡Vamos, @RafaelNadal!
As you get ready to graduate from tennis, I’ve got a few things to share before I maybe get emotional.
Let’s start with the obvious: you beat me—a lot. More than I managed to beat you. You challenged me in ways no one else could. On clay, it felt like I was stepping into your backyard, and you made me work harder than I ever thought I could just to hold my ground. You made me reimagine my game—even going so far as to change the size of my racquet head, hoping for any edge.
I’m not a very superstitious person, but you took it to the next level. Your whole process. All those rituals. Assembling your water bottles like toy soldiers in formation, fixing your hair, adjusting your underwear... All of it with the highest intensity. Secretly, I kind of loved the whole thing. Because it was so unique—it was so you.
And you know what, Rafa, you made me enjoy the game even more.
OK, maybe not at first. After the 2004 Australian Open, I achieved the #1 ranking for the first time. I thought I was on top of the world. And I was—until two months later, when you walked on the court in Miami in your red sleeveless shirt, showing off those biceps, and you beat me convincingly. All that buzz I’d been hearing about you—about this amazing young player from Mallorca, a generational talent, probably going to win a major someday—it wasn’t just hype.
We were both at the start of our journey and it’s one we ended up taking together. Twenty years later, Rafa, I have to say: What an incredible run you’ve had. Including 14 French Opens—historic! You made Spain proud... you made the whole tennis world proud.
I keep thinking about the memories we’ve shared. Promoting the sport together. Playing that match on half-grass, half-clay. Breaking the all-time attendance record by playing in front of more than 50,000 fans in Cape Town, South Africa. Always cracking each other up. Wearing each other out on the court and then, sometimes, almost literally having to hold each other up during trophy ceremonies.
I’m still grateful you invited me to Mallorca to help launch the Rafa Nadal Academy in 2016. Actually, I kind of invited myself. I knew you were too polite to insist on me being there, but I didn’t want to miss it. You have always been a role model for kids around the world, and Mirka and I are so glad that our children have all trained at your academies. They had a blast and learned so much—like thousands of other young players. Although I always worried my kids would come home playing tennis as lefties.
And then there was London—the Laver Cup in 2022. My final match. It meant everything to me that you were there by my side—not as my rival but as my doubles partner. Sharing the court with you that night, and sharing those tears, will forever be one of the most special moments of my career.
Rafa, I know you’re focused on the last stretch of your epic career. We will talk when it’s done. For now, I just want to congratulate your family and team, who all played a massive role in your success. And I want you to know that your old friend is always cheering for you, and will be cheering just as loud for everything you do next.
Rafa that!
Best always, your fan,
Roger”
Espero que te alcance para entender que si, aún cuando no los sigo, aparecieron en mi feed de X, es porque mi algoritmo soy yo.
Y si no me gusta, me voy a “Siguiendo”. Y sino, me voy a otra red. Y sino, me voy. O no. Punto.
Y no, tampoco sé si yo soy bueno o soy malo (como si alguien en la vida fuese solo bueno o solo malo de verdad).
¿Se entiende?